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Desarrollo humanoAlfonso DuboisProceso de ampliación de las opciones y capacidades de las personas, que se concreta en una mejora de la esperanza de vida, la salud, la educación y el acceso a los recursos necesarios para un nivel de vida digno. La formulación del enfoque o paradigma del desarrollo humano surge a principios de los años 90 como resultado de un proceso de crítica a la economía del desarrollo dominante, que se caracteriza por proponer el crecimiento económico como objetivo; por el contrario, el desarrollo humano afirma que éste no debe ser el objetivo central del desarrollo, sino únicamente uno de sus referentes. Aunque sus antecedentes pueden situarse muy lejos en el tiempo, los más inmediatos surgen a finales de los años 70, cuando se comprueba que los logros en materia de crecimiento económico no tienen su paralelo en la mejora de los resultados sociales. La reacción crítica se manifestó en diversos frentes: la oit impulsó la consideración del empleo como objetivo fundamental para alcanzar el desarrollo y reducir la pobreza; el propio banco mundial tomó conciencia de la necesidad de emprender medidas dirigidas a garantizar un reparto más equitativo de los beneficios, que se plasmó en la propuesta de “redistribución con crecimiento”, y la escuela de las necesidades básicas planteó la inclusión de objetivos específicos de satisfacción de necesidades en la estrategia del desarrollo, además de los objetivos propios del crecimiento económico (Streeten, 1997). Si bien estas preocupaciones marcaron los años 70, en la década siguiente se produce un brusco cambio de enfoque y se vuelven a situar los objetivos económicos de crecimiento y equilibrio macroeconómico como la prioridad de la estrategia de desarrollo. Esta nueva percepción dominante se concretó en los programas de ajuste estructural, impulsados por los organismos financieros internacionales, que se implantaron progresivamente en la mayoría de los países en desarrollo. Los costos humanos de estos programas fueron extremadamente graves desde la perspectiva social, y sus consecuencias fueron rápidamente sentidas y denunciadas por las organizaciones que trabajaban con los sectores menos favorecidos. A finales de los años 80, resultaba cada vez más evidente que se daban las condiciones para contrarrestar la propuesta del desarrollo economicista. Una primera respuesta fue la que se presentó con la denominación del “ajuste con rostro humano” que planteaba la necesidad de incluir medidas de políticas sociales en los programas de ajuste, y que más tarde fue aceptada por los organismos internacionales como la dimensión social del ajuste. Por otra parte, las reformas democráticas se fueron extendiendo por la mayoría de los países en desarrollo y crecía la conciencia del protagonismo que deben tener las personas en las estrategias de desarrollo. Un punto importante en este proceso es la iniciativa hecha por el economista Ul Haq al pnud, en 1989, de preparar un informe anual sobre el desarrollo humano y la aceptación por parte del organismo internacional. Era la prueba de que el tiempo estaba maduro para una revisión profunda de los planteamientos dominantes (Ul Haq, 1999:25). Aunque no se puede decir que el PNUD haya sido el inventor del desarrollo humano, no deja de ser menos cierto que sus informes anuales han servido de plataforma de divulgación y han conseguido convertirlo en un referente obligado del debate actual sobre el desarrollo. Su principal contribución ha sido la de presentar una propuesta alternativa a la ortodoxia de las instituciones de Bretton Woods, el Banco Mundial y el fondo monetario internacional, rompiendo el monopolio que éstas ostentaban en la definición de las estrategias de desarrollo (Griffin, 1999). Pero el paradigma del desarrollo humano no se limita a las propuestas específicas que el PNUD realiza, por muy significativas que sean éstas. De hecho, otras agencias de desarrollo internacionales y nacionales, así como en el seno de muchas organizaciones no gubernamentales (ong[ONG, Redes de, ONG (Organización NoGubernamental)]) y en el pensamiento académico, se trabaja en la elaboración de propuestas inspiradas en los fundamentos del desarrollo humano. Durante mucho tiempo la pregunta central en torno al desarrollo había sido: ¿cuánto produce una nación?; ahora la pregunta central pasa a ser: ¿cómo está la gente? Las formulaciones del desarrollo humano han encontrado su expresión más conocida en los Informes del PNUD. “El desarrollo humano es el proceso de ampliación de las opciones de la gente, aumentando las funciones y las capacidades humanas… Representa un proceso a la vez que un fin. En todos los niveles de desarrollo las tres capacidades esenciales consisten en que la gente viva una vida larga y saludable, tenga conocimientos y acceso a recursos necesarios para un nivel de vida decente. Pero el ámbito del desarrollo humano va más allá: otras esferas de opciones que la gente considera en alta medida incluyen la participación, la seguridad, la sostenibilidad, las garantías de los derechos humanos, todas necesarias para ser creativo y productivo y para gozar de respeto por sí mismo, potenciación y una sensación de pertenecer a una comunidad. En definitiva, el desarrollo humano es el desarrollo de la gente, para la gente y por la gente” (PNUD, 2000:17). Los conceptos de funcionamientos (las cosas valiosas que una persona puede hacer o ser, o los estados y acciones que consigue realizar, como: estar bien alimentado, vivir una vida larga, participar en la vida de la comunidad, etc.) y de capacidades (las diferentes combinaciones de funcionamientos que una persona puede conseguir) forman la base teórica del concepto de desarrollo humano del PNUD. Estas dos categorías conceptuales remiten directamente a las aportaciones teóricas de Sen, que es el autor con influencia más directa en los informes del PNUD. El enfoque del desarrollo humano cuestiona el que exista una relación directa entre el aumento del ingreso y la ampliación de las opciones que se ofrecen a las personas. No basta con analizar la cantidad, sino que más importante es tener en cuenta la calidad de ese crecimiento. Por eso, no es que muestre desinterés por el crecimiento económico, sino que enfatiza la necesidad de que ese crecimiento debe evaluarse en función de que consiga o no que las personas humanas puedan realizarse cada vez mejor. Así, le preocupa que se establezcan relaciones positivas entre el crecimiento económico y las opciones de las personas (Ul Haq, 1999). Informes sobre el desarrollo humano Los Informes anuales publicados por el PNUD se han convertido en una referencia fundamental del enfoque del desarrollo humano, tanto por ofrecer las bases estadísticas para el análisis del desarrollo desde esta nueva perspectiva, como por los análisis de diferentes temas que presenta en cada uno de ellos. La relación de las propuestas hechas desde su aparición expresa la variedad de cuestiones analizadas, como se aprecia en el recuadro adjunto.
Muchas de las propuestas presentadas por el PNUD, sobre todo en sus primeros informes, han tenido un carácter innovador, lo que levantó fuertes críticas de los países donantes al ver cómo se ponía al descubierto la incoherencia de sus políticas de cooperación. En otras ocasiones, han sido los países en desarrollo quienes consideraron que las iniciativas del PNUD ponían en entredicho su soberanía y que éstas no eran sino exigencias que interesaban especialmente a los países donantes. El evidente contenido crítico del paradigma del desarrollo humano ha provocado reacciones por parte de las instituciones financieras internacionales, que han reaccionado intentando controlar las nuevas ideas, más que dejarse interpelar por ellas. En este sentido puede señalarse el especial interés del Banco Mundial por hacer suyo el vocabulario del PNUD, rebajando sus contenidos, al mismo tiempo que se ha producido una relativa pérdida de carga crítica en los informes del PNUD. Pero, con independencia de estos procesos, el paradigma del desarrollo humano contiene en sí mismo suficiente capacidad innovadora como para desafiar el statu quo y seguir proponiendo nuevas ideas para configurar un orden mundial más humano. A. D. Bibliografía
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